La investigación exhaustiva se realizó en las instalaciones de Bioflytech en Fuente Álamo, en Murcia, y abarcó varios departamentos para analizar exhaustivamente la producción y el consumo. Asimismo, se llevó a cabo siguiendo las normas ISO 14064-1.

Los resultados destacan que la huella de carbono asociada a la producción de larvas frescas es aproximadamente treinta veces menor que la de la ganadería convencional, en línea con las prácticas sostenibles y ofreciendo una alternativa prometedora en la búsqueda de fuentes de proteínas ecológicas.

Además, la huella hídrica de la granja de moscas soldado negras es significativamente menor que la de las granjas de animales tradicionales, lo que subraya las ventajas medioambientales de este enfoque innovador para la producción de larvas frente a la ganadería convencional.

Estos valiosos conocimientos contribuyen sustancialmente al discurso en curso sobre prácticas agrícolas sostenibles y responsables, allanando el camino para soluciones más respetuosas con el medio ambiente en el panorama en constante evolución de las prácticas de producción alimentaria sostenible.

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