El reciente estudio «Digestion, faeces microbiome, and selected blood parameters in dogs fed extruded food containing Black soldier fly (Hermetia illucens) meal», publicado en Italian Journal of Animal Science ha evaluado el impacto de la sustitución parcial o total de la harina de pollo por harina de larvas de Hermetia illucens (mosca soldado negra) en alimentos extruídos para perros.
Realizado por los investigadores Kanber Kara, Oğuzhan Kahraman, Fatma İnal, Zekeriya Safa İnanç, Sena Yilmaz Öztaş, M. Selçuk Alataş e Ibrar Ahmed, el estudio ha analizado tres grupos de perros de la raza Golden Retriever. Al grupo de control se le ha alimentado con pienso elaborado con un 15% de harina de pollo, mientras que a otro grupo se le ha dado pienso con un 15% de harina de larva de mosca soldado negra –sin pollo–. El tercero, por su parte, ha recibido pienso elaborado con un 7,5% de harina de pollo y un 7,5% de larva de mosca soldado negra.
En los tres grupos se ha evaluado tanto la digestibilidad como la microbiota fecal, los parámetros sanguíneos y la fermentación intestinal.
Los resultados han determinado que la harina de larva puede reemplazar el 100% de la harina de pollo sin afectar la digestibilidad y que no hay efectos adversos ni en el peso corporal ni en la función hepática o renal.
Sí se ha constatado un aumento de bacterias intestinales beneficiosas como Phascolarctobacterium, Megamonas, Collinsella y Fournierella y también una mejora de la fermentación intestinal, incrementando la producción de ácidos acético y propiónico.
El grupo alimentado con un 15% de harina de larva soldado negro ha visto cómo se reducían los ácidos grasos de cadena ramificada, optimizando la absorción de proteínas.
Otra de las observaciones del estudio es que los perros aceptaron bien la dieta con harina de insecto, por lo que no se vio afectada la palatabilidad.