Bioflytech ha comenzado la producción de harinas y grasas a partir de larva seca de mosca soldado negra en sus nuevas instalaciones ubicadas en Palas de Rei, Galicia. La compañía –que opera a través de su filial en Galicia, Alfaprogal– ha iniciado la actividad tras convertirse en la primera empresa española de este innovador sector en obtener la autorización para producir, transformar y comercializar este tipo de productos.

La larva seca de mosca soldado negra con la que se están poniendo a punto las líneas de renderizado y produciendo los primeros lotes de harinas y grasas procede de la otra planta que la empresa tiene en Fuente Álamo, en Murcia.

Se ponen así en marcha estas nuevas instalaciones de Palas de Rei tras obtener la autorización para la elaboración –mediante un proceso de secado– de los productos que componen el portfolio de la compañía y que se encuentran dirigidos principalmente a la alimentación animal, sobre todo pienso para mascotas y para el sector de la acuicultura.

La obtención de esta autorización ha sido posible gracias al ingente trabajo de los técnicos implicados en el proyecto a todos los niveles, desde los que trabajan en Bioflytech a los que forman parte de la Administración nacional, autonómica y local. Esto ha permitido lograr un hito que marca un antes y un después en la producción de harinas proteicas provenientes de insectos, donde el grupo Bioflytech es pionero.

Tras la obtención de los permisos necesarios, ha sido posible comenzar la producción de harina y grasa en las nuevas instalaciones de Palas de Rei, que cuentan con tecnología de vanguardia para llevar a cabo la transformación de la larva seca procedente de Murcia. Así, han entrado en funcionamiento una máquina de renderizado y otra de secado que permiten transformar el producto en harina destinada, fundamentalmente, a materia prima para la elaboración de piensos para mascotas y acuicultura. La grasa se destina, por una parte, a piensos para la alimentación porcina, y por otra a la industria farmacéutica y cosmética, que la utiliza en la creación de jabones y cremas hidratantes, entre otros.

En las instalaciones también se ha puesto en marcha una segunda máquina de renderizado de diseño propio y única en el mercado, que permitirá fabricar harinas tailor made con porcentajes de proteína y grasas específicos en función de las demandas del cliente, y que está llamada a revolucionar el sector de la producción de harinas proteicas procedentes de insectos.

A estas dos máquinas de renderizado se sumará en las próximas semanas una tercera que ya ha llegado a Palas de Rei y cuyo montaje tendrá lugar en los próximos días.

De forma paralela al inicio de la actividad, continúan las obras para ultimar las ocho naves que conforman el complejo y que incluyen la nave de producción, seis naves de engorde de las larvas y otra de almacenamiento del compost. También se está adecuando el entorno, ya que la parcela total cuenta con 140.000 metros cuadrados.

Retos de la empresa

Cuando se obtenga la autorización necesaria para ello, en Palas de Rei comenzará también el proceso de engorde de larva fresca, lo que permitirá producir un total de 12.000 toneladas al año. Posteriormente, se acometerá una nueva fase de expansión de las instalaciones para llegar a producir 100.000 toneladas de larva fresca al año.

Por su parte, en las instalaciones de Fuente Álamo, en Murcia, no solo continuará la actividad, sino que está prevista una inversión de 2,8 millones de euros en el segundo semestre del año para aumentar la capacidad de producción de la hatchery que surte de huevos de larva a las instalaciones de Galicia. En la actualidad, las instalaciones de Fuente Álamo producen 180 kilos de huevos al mes, lo que ya supone todo un hito en el sector a nivel mundial, dada la complejidad de garantizar una producción estable y continua durante todo el año. El objetivo con esta ampliación, para la cual ya se han solicitado todos los permisos, es alcanzar los 350 kilos de huevos mensuales, algo inédito hasta la fecha.

En esta primera planta de Bioflytech en Fuente Álamo se producen actualmente 4.000 toneladas anuales de larva fresca.

Sobre Bioflytech

Moira Capital Partners adquirió en 2018 la mayor parte del capital de Bioflytech, creada en 2012 como una empresa biotecnológica. Un año después, se abrieron las instalaciones de Fuente Álamo, en Murcia.

El apoyo de la Xunta de Galicia y del Concello de Palas de Rei al proyecto determinaron la elección de Bioflytech por esta comunidad autónoma para acometer su expansión, para la cual se barajaron distintas ubicaciones en el norte de España e incluso Portugal.

Bioflytech obtiene de la mosca soldado negra principalmente cuatro productos: larva seca, que se obtiene tras el secado casi completo de la larva fresca y que tiene proteína de alta digestibilidad y todos los componentes necesarios para la dieta de aves, peces y otros animales; harinas altamente proteicas; grasas, que se obtienen de las larvas y sin utilizar agentes químicos ni disolventes; y compost, obtenido como consecuencia de la biodigestión del material vegetal producido durante el proceso de engorde.

La larva seca de Bioflytech es un producto especialmente pensado como dieta alimenticia para gallinas ponedoras y pollos broiler, mientras las harinas proteicas van dirigidas a las industrias del petfood, acuícola y avícola, y también en menor medida a la alimentación de animales para la industria peletera. Las grasas se utilizan, sobre todo, en la alimentación animal, y también en la industria farmacéutica y cosmética. El compost es usado como fertilizante.